La última película de Pedro Almodóvar me dejó anoche sin palabras. No os puedo contar nada para no estropear la historia que engancha desde el principio, pero la verdad es que es sorprendente. Os centraré un poco en el contexto en el que se mueven los actores.
Desde que su mujer murió quemada en un accidente de coche, el doctor Ledgard, eminente cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su laboratorio, aprovechando los avances de la terapia celular. Para ello no dudará en traspasar una puerta hasta ahora terminantemente vedada: la transgénesis con seres humanos.
Robert Ledgard (Antonio Banderas) está muy creíble en su papel de nuevo Doctor Frankestein. No da terror como Anthony Hopkins en “El silencio de los corderos”, pero no me gustaría encontrarme con él por la calle por si acaso. Su seriedad, su meticulosidad en todo aquello en lo que hace, y su relación con todos los personajes hacen que dé una vuelta de rueda y desde ese Zorro que nos conquistó, hace que nos reafirmemos en el gran actor que es.
Aparte mi admiración por el actor protagonista, no se puede dejar de hablar del elenco de actores a nivel general. El duelo interpretativo Banderas-Anaya (Elena) hace que no dejemos de mirar a la pantalla. Pero sobre todo me sorprendió mucho el papel que interpreta el actor Roberto Álamo (Zeca), más conocido por el público en general como el médico de la villa en la serie “Águila Roja”. Está irreconocible en su papel de hijo brasileño de Marisa Paredes. Los demás hacen posible esa atmósfera tan angustiosa que normalmente no tiene buen final.
Los exteriores, rodados todos en España, Santiago de Compostela, Madrid y Toledo, nos muestran una España que bien podría haberse situado la historia en cualquier otro país donde nuestro doctor crea la piel artificial. La “carcel” abierta, la finca “El Cigarral”, produce una mezcla de belleza artística y natural y a la vez una asfixiante y solitaria vivienda.
Los créditos de Pedro Almodóvar, que suelen caracterizarse por su originalidad, pecan de sencillez y nos muestran a Elena Anaya haciendo ejercicios de yoga. Pero por lo demás, se rodea de los mejores profesionales que trabajan ahora en el cine español: Alberto Iglesias en la banda sonora, José Luis Alcaine en la fotografía o Reyes Abades en los efectos especiales y eso se nota en la calidad del conjunto de la obra.
Un apunte más: podéis buscar al productor y hermano del director Agustín Almodóvar cual Alfred Hitchcock en sus películas. Y una petición: que Antonio Banderas por fin obtenga este año el meredísimo premio Goya como actor protagonista, para el que todavía no se ha hecho justicia entre sus compañeros.
Calificación de la película: * * * * *
Ficha técnica
Dirección: Pedro Almodóvar
País: España.
Año: 2011
Duración: 120 minutos.
Interpretación: Antonio Banderas (Robert Ledgard), Elena Anaya (Vera), Jan Cornet (Vicente), Marisa Paredes ( Marilia), Blanca Suárez (Norma), Roberto Álamo (Zecca).
Guión: Pedro Almodóvar con la colaboración de Agustín Almodóvar
Producción: Esther García y Agustín Almodóvar
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: José Luis Alcaine
Montaje: José Salcedo
Dirección artística: Antxón Gómez
Vestuario: Paco Delgado, con la colaboración de Jean-Paul Gaultier
Estreno en España: 2 de Septiembre de 2011
Banderas y Elena Anaya están sensacionales!!! Peliculón.